Rellenos / fillers
Los rellenos se aplican mediante la inyección de una sustancia en el área tratada. De esta forma se consigue alisar la piel y dar volumen a algunas partes de la cara y del cuerpo.
La sustancia más empleada para este tipo de tratamientos es el ácido hialurónico (Juvederm, Restylane, etc.), aunque también puede usarse la hidroxiapatita o el metilmetacrilato.
Recientemente, lo más habitual es emplear los rellenos para dar volumen a los labios, aunque esta terapia también puede usarse para borrar arrugas, esconder cicatrices y rejuvenecer las manos.
Además, el ácido hialurónico también se utiliza en la lipoescultura facial y corporal. Así, esta sustancia puede emplearse para aumento de glúteos, mentón, pómulos, marcación de mandíbula e incluso para la rinomodelación, es decir, la rinoplastia sin cirugía.

¿Cuáles son los resultados?
El empleo de los rellenos suele ir asociado a otros tratamientos como el Botox, consiguiendo así unos resultados extraordinarios.
Tras la sesión, tan solo tendrás una leve inflamación en la zona tratada, aunque esta remitirá en 12 horas. Por lo demás, si es un cirujano experimentado el que realiza el tratamiento, los efectos secundarios son muy improbables.
¿Esta terapia requiere un mantenimiento?
Los resultados de esta terapia pueden ser permanentes o no según la sustancia utilizada. El doctor escogerá el producto según las condiciones médicas del paciente y sus preferencias personales.
De todas formas, es posible que se requieran algunos retoques en un tiempo. Aun así, no es recomendable realizar muchas sesiones de rellenos seguidas. Lo mejor es que se deje aconsejar por su cirujano plástico.
¿Qué ventajas ofrece?
Los productos de relleno son biocompatibles y reabsorbibles. Además, su aplicación es sencilla e indolora, ya que se hace bajo anestesia local.
Otra de las ventajas es que se puede aplicar en casi cualquier lugar del rostro y las manos sin dejar ningún tipo de señal o cicatriz.