Peeling químico
Este tratamiento elimina una parte superficial del cutis, que puede ser más o menos profunda según el tipo de ácido utilizado, y tiene un efecto regenerador de la piel, borrando algunos defectos como las manchas o las arrugas.
Existen tres tipos de peelings: el superficial, el medio y el profundo. El doctor recomendará cual de ellos emplear según las características médicas del paciente y los resultados que quiera obtener.
Este tratamiento está pensado para personas con un marcado envejecimiento facial y con defectos cutáneos provocados por manchas, acné, cicatrices, estrías o arrugas, entre otros.

¿Cuáles son los resultados?
Los resultados variarán en función del tipo de peeling utilizado. El peeling superficial eliminará pequeñas anomalías, el peeling medio borrará lesiones más marcadas y el peeling profundo hará desaparecer los defectos más visibles.
Este tratamiento no supone ningún riesgo para el paciente. Tan solo aparecerá un enrojecimiento de la piel de la cara que desaparecerá en días u horas según el tipo de peeling utilizado.
¿Esta terapia requiere un mantenimiento?
El peeling químico es una terapia agresiva. Por eso, se recomienda tener cuidado de la piel los días posteriores a su aplicación. Tendrás que lavarte la cara con regularidad y evitar su exposición al sol, así como a otros productos químicos.
Es aconsejable realizar más de una sesión, especialmente si se usa el peeling superficial. Para este, deberás esperar quince días antes de la siguiente sesión. En cambio, para los peelings medio y profundo, tendrás que dejar pasar seis y ocho semanas respectivamente.
¿Qué ventajas ofrece?
Los resultados del peeling químico son inmediatos, dejando un cutis más uniforme, luminoso, compacto y elástico.
Su principal ventaja es que se puede realizar en cualquier época del año, en cualquier tipo de piel y en cualquier parte del cuerpo. Además, su aplicación es rápida e indolora.