Lipoescultura o Liposucción
La liposucción es una técnica quirúrgica que consiste en aspirar los depósitos de grasa localizados en algunas partes del cuerpo mediante una cánula conectada a una máquina de vacío o a una jeringa especial.
Cabe destacar que esta técnica no está pensada para eliminar grandes cantidades de grasa, sino para estilizar aquellas zonas del cuerpo que pueden presentar imperfecciones debido a pequeñas acumulaciones de tejido adiposo.
Esta técnica puede emplearse sola o como complemento de algunas intervenciones mayores como, por ejemplo, el estiramiento facial o la abdominoplastia.

¿Quién puede hacerse una liposucción?
Los pacientes que se someten a una liposucción son personas con un peso relativamente normal, pero con grasa acumulada en algunas áreas localizadas de su cuerpo. Esta intervención está contraindicada para las personas con sobrepeso.
También es importante que el paciente tenga una piel firme y elástica, goce de un buen estado de salud y sea realista en sus expectativas.
¿Qué hay que hacer antes de la operación?
En la consulta previa a la cirugía, el médico analizará tu estado de salud, los depósitos de grasa acumulada y la firmeza de tu piel. A continuación, discutirá contigo las distintas alternativas quirúrgicas según tus condiciones específicas.
Tu cirujano te dará instrucciones para prepararte los días previos a la cirugía. Deberás respetarlos para minimizar el riesgo de que surjan complicaciones durante y después de la operación.
¿En qué consiste la cirugía?
La liposucción se lleva a cabo normalmente con anestesia local más sedación, aunque en casos en que la operación sea más extensa, se realizará con anestesia general. Normalmente no se requiere el ingreso en la clínica tras la cirugía.
La intervención consiste en realizar una pequeña incisión en la zona que se va a tratar, introducir un tubo hueco unido a una máquina de vacío o una jeringa especial y aspirar con él la grasa. En total, una liposucción no suele durar más de dos horas.
¿Cómo estaré después de la intervención?
Al terminar la cirugía, se te colocará una faja, medias o vendaje elástico para controlar la hinchazón y el sangrado y permitir que la piel se adapte a la nueva forma. Por lo general, se te retirarán en un máximo de tres semanas.
Deberás caminar con regularidad, pero tendrás que evitar la actividad intensa el primer mes. Aun así, podrás volver al trabajo al cabo de tres días. Los hematomas desaparecerán a los dos meses, y al cabo de seis meses, ya podrás disfrutar del resultado definitivo.