Contractura capsular

La cápsula periprotésica es una reacción defensiva natural de nuestro cuerpo cuando introducimos algún objeto en su interior. Al detectar algún elemento ajeno, el organismo genera una cicatriz a su alrededor y permite así que el implante se adhiera a los tejidos.

La formación correcta de esta cápsula indica una buena curación, pero un exceso de cicatriz o una cápsula anormal pueden generar problemas de rigidez, deformación del pecho e incluso dolor.

A partir de los 7 u 8 meses de la introducción del implante, la cicatriz es definitiva y, si es anómala, tan solo puede resolverse mediante una cirugía que corrija la mala cicatrización y devuelva el tacto y la estética a los pechos.

 ¿Quién puede hacerse esta intervención?

Las pacientes que se someten a esta intervención son mujeres a quienes se les ha introducido implantes en el pecho anteriormente y estos no han cicatrizado correctamente.

Esta anomalía puede deberse a una mala colocación de los implantes, a no haber respetado las indicaciones postoperatorias del médico o a una mala reacción debido a particularidades específicas de la paciente.

 ¿Qué hay que hacer antes de la operación?

Antes de nada, lo más importante es detectar la contractura capsular. Es recomendable que, al menor síntoma de un pecho más rígido de lo normal o con una forma inusual, acudas al médico. Él te indicará si es necesaria una intervención quirúrgica.

El cirujano plástico analizará tus mamas y evaluará la gravedad de la contractura capsular. Si es necesario operar, deberás seguir las instrucciones del médico para preparar la intervención quirúrgica y reducir el riesgo de nuevas complicaciones.

 ¿En qué consiste la cirugía?

Existen varías posibilidades quirúrgicas para corregir la contractura capsular. Según el caso, puede ser suficiente con realizar una capsulectomía, es decir, la extirpación de la cápsula mal cicatrizada para que se genere de nuevo.

En ocasiones, es posible que se deba recurrir al recambio de implantes e incluso a la sustitución de la prótesis por injertos de tejido graso. En ambos casos, será preciso aplicar una anestesia general.

 ¿Cómo estaré después de la intervención?

Tras la operación, es posible que debas llevar unos tubos de drenaje y un apósito o vendaje sobre las mamas durante un máximo de dos días. Cuando se retiren, deberás volver a llevar un sujetador especial.

Es habitual que las mamas duelan durante unos días. Al cabo de 48 horas podrás hacer vida casi normal y podrás trabajar en unos días.

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