Cirugía reparadora de quemaduras
Las quemaduras son lesiones de la piel y los tejidos cercanos que se producen a causa de la exposición a un calor muy intenso o por el efecto de productos químicos, la electricidad o la erosión.
Las quemaduras superficiales curan solas y no requieren de cirugía. Sin embargo, en ocasiones, las quemaduras de segundo y tercer grado pueden cicatrizar mal, dejando una marca muy visible en la piel.
La cirugía reparadora tiene la finalidad de reducir el impacto de la señal dejada por la quemadura mediante la extirpación del tejido dañado y la implantación de piel procedente de otras partes del cuerpo.

¿Cuándo debe realizarse esta intervención?
La cirugía reconstructiva de quemaduras está dirigida a personas que han sufrido quemaduras graves de segundo y tercer grado que han dañado significativamente el tejido cutáneo y, como resultado, les ha quedado una cicatriz poco estética en la piel.
El proceso de cicatrización de las quemaduras graves no termina hasta pasado un año. Por eso, se recomienda someterse a esta operación entre 12 y 18 meses después de la agresión.
¿Qué hay que hacer antes de la operación?
Antes de la intervención, tu cirujano te recibirá en consulta para examinar la gravedad de las secuelas de la quemadura. El doctor también responderá todas tus preguntas, escuchará tus expectativas y discutirá contigo las distintas posibilidades quirúrgicas.
Tu médico te dará una serie de indicaciones para preparar la cirugía. Su estricto cumplimiento reducirá significativamente el riesgo de complicaciones durante y después de la operación.
¿En qué consiste la cirugía?
Se trata de una intervención que puede variar enormemente según la gravedad de las lesiones y la superficie afectada por la quemadura.
Existen varias técnicas quirúrgicas para tratar las cicatrices dejadas por las quemaduras, aunque la más común en cirugía plástica es la del trasplante de tejido sano de otras partes del cuerpo a la zona afectada.
¿Cómo estaré después de la intervención?
La cicatrización completa puede ser lenta. Es por eso que deberás acudir a la clínica cada cierto tiempo para que tu cirujano pueda hacer un seguimiento de la curación de los tejidos. Aun así, podrás sentir la mejoría estética y funcional en la zona tratada a partir de las dos semanas.
Es normal sentir dolor e inflamación las primeras semanas. Puede que tu médico te recete algunos medicamentos para mitigar las molestias. Deberás evitar los sobreesfuerzos durante al menos dos semanas. A partir de entonces, ya podrás realizar vida normal.